martes, 22 de febrero de 2011

Crítica al programa “Bajada de Línea” sobre el cannabis.

Pablo A. Ascolani



Hace unas pocas semanas el programa de Víctor Hugo Morales “Bajada de Línea” presentó el tema del cannabis. En general el nivel informativo fue bueno, el entrevistado fue Sebastián Basalo, director de la revista THC, quien tuvo algunos momentos brillantes.

La información médica fue poca, en parte correcta, en parte incorrecta, puntualmente algunas afirmaciones del Dr. Carlos Damín, que revisaremos. Urge hacer estas correcciones porque ahora el Dr. es parte de la Comisión Nacional de Políticas Públicas en Materia de Prevención y Control del Tráfico Ilícito de Estupefacientes, mostrando notables carencias formativas para esta tarea, al menos en relación a la toxicidad del cannabis.

Dentro de la declaraciones del doctor, encontramos la afirmación que los subproductos de la combustión de la marihuana y el tabaco “son terriblemente tóxicos y dañinos para el pulmón, pero que la marihuana posiblemente más”. Que genera cáncer de pulmón, de labios, de laringe, de faringe y de vejiga. Y habla también del síndrome amotivacional. Vamos a revisar la evidencia científica existente para comprobar la falsedad de estas afirmaciones.

Hay alteraciones histológicas comprobadas que produce el cannabis fumado es al sistema respiratorio. Inflama las vías aéreas hipertrofiando las glándulas mucosas y generando alteraciones epiteliales, predisponiendo a bronquitis crónica de diagnóstico clínico. Es decir se diganostica bronquitis crónica si el paciente padece tos y expectoración tres meses al año por dos años consecutivos aproximadamente. Pero curiosamente, no produce una disminución acelerada del FEV1 (Volumen espiratorio forzado en el primer segundo; es una medida espirométrica que da cuenta del nivel de obstrucción al flujo aéreo) en comparación con el no fumador, a diferencia del aumento de la caída del FEV1 producida por el tabaco. Esto posiblemente se deba a la acción inhibitoria de los cannabinoides sobre la síntesis de citoquinas inflamatorias y factores de crecimiento de parte de los leucocitos. En el caso del tabaco la síntesis es inducida, lo que lleva a la hipertrofia de la capa muscular lisa de los bronquíolos, con la consiguiente disminución del flujo aéreo. En definitiva, el cannabis si causa tos y aumento de la expectoración, pero no produce un compromiso del flujo aéreo superior al no fumador, a diferencia del tabaco que lo disminuye notablemente, predisponiendo a EPOC.

El humo del cannabis carga los pulmones con una cantidad de alquitrán y monóxido de carbono tres y cinco veces superior que el humo del tabaco. De todas maneras, epidemiológicamente no hay casos registrados de cáncer de pulmón o enfisema en fumadores sólo de marihuana. Esto se debe a varios efectos específicos de la nicotina que no tienen, o cuya acción antagonizan, los cannabinoides. El tabaco induce una enzima que transforma los pro-carcinógenos del humo en carcinógenos, mientras que el cannabis produce un efecto opuesto. Por otro lado la nicotina prolonga la vida de las células de las vías aéreas, creando un panorama favorable para el cáncer. Hay dos estudios sobre la relación cannabis-cáncer de pulmón ( uno realizado por D. Tashkin y patrocinado por el NIDA), ambos fallaron en encontrar una relación causal; y en uno de ellos de hecho el cannabis pareció poseer cierta acción protectiva frente al cáncer de pulmón. También y contrarios a las afirmaciones del doctor hay estudios poblacionales extensos que indican que el fumar cannabis disminuye la incidencia de cáncer de células escamosas de cabeza y cuello.

En relación al enfisema, al igual que con el cáncer, el cannabis no sólo parece no producirlo, sino poseer un carácter protectivo.

Todo lo expuesto está reflejado claramente en el último documento emitido por la American Medical Asociation, que puede leerse en inglés y es una fuente de elevada jerarquía académica.

De todas formas, y ya que la incorporación de monóxido de carbono y alquitranes es perniciosa, en el caso de pacientes, el uso de vaporizadores eléctricos o de preparaciones como el Sativex, en forma de spray, evita los trastornos respiratorios que pudieran surgir de la administración fumada a largo plazo, pero manteniendo un perfil farmacocinético similar, que podría aportar mejoras terapéuticas en relación a la vía oral.

El doctor también del llamado “síndrome amotivacional”. La validez de este diagnóstico es controversial. Se aplica a personas jóvenes que abandonan las actividades sociales y manifiestan poco interés por el trabajo u otras actividades productivas. No se tienen datos que demuestren relación causal entre fumar marihuana y tales características de la conducta. Los grandes consumidores de droga de nuestra sociedad son a menudo personas deprimidas, enajenadas, escépticas y rebeldes. No es la droga en sí la causa del abuso, sino la personalidad. El abuso es un síntoma del desajuste personal y social. El marco de la prohibición favorece al abuso, que se convierte en disculpa y justificación ante el fracaso, o una forma de automedicación.

En este punto conviene seriamente pensar en la responsabilidad que tiene el médico al difundir en su discurso basado en opiniones morales y políticas trasvestidas en opinión científicamente fundada. ¿A cuantos jóvenes ese tipo de discurso les da una justificación falsa a su desinterés producido, no por el consumo de droga sino por un sistema excluyente y opresivo, que parece llevar a un agotamiento no sólo de los recursos materiales, sino de los valores éticos, que no le da esperanzas ni proyección? ¿La droga lleva a la desesperanza o el capitalismo de mercado?

El doctor descalifica también su utilidad como analgésico, siendo que incontable cantidad de pacientes fallecen por efectos adversos de los AINES y otros analgésicos. ¿Cuánta gente va a morir por recurrir a las medicaciones convencionales, todas con efectos adversos más serios que el cannabis incluyendo la muerte? O dicho de otra manera, ¿Cuánta gente se podría salvar si reemplazara su analgésico habitual por cannabis? Desalentar y descalificar el uso de cannabis y sus compuestos, de escasísima toxicidad, y que podrían ser útiles, es incomprensible e inhumano, y una enorme falta de ética.

Además debemos comenzar a meditar seriamente sobre la toxicidad del diagnóstico, algo que la ciencia médica occidental todavía teme discutir. Como dice Antonio Escohotado en sus Apuntes sobre Bioética, el caso contemporáneo del cáncer y más actual del VIH, ¿Cuánta toxicidad es causada por la patología y cuanta por su diagnóstico? Más aún en casos como éste, cuando se emiten falacias vistiendo el sayo de la ciencia. ¿Cuántos fumadores de marihuana se van a sentir ahogados, abatidos? ¿Cuántas patologías pulmonares preexistentes se van a agravar sólo por el poder de la palabra?

Como las leyes, la ciencia no puede ser desconocida para sus exponentes. El doctor está obligado a informarse para no divulgar ideas erradas y a reparar el daño que seguramente produjo en infinidad de personas que atendieron sus errores, so pena de quedar lejos de la ciencia y junto a los amantes de inquisición.



DP Tashkin, MS Simmons, DL Sherrill and AH Coulson, Heavy habitual marijuana smoking does not cause an accelerated decline in FEV1 with age, Am. J. Respir. Crit. Care Med., Vol 155, No. 1, 01 1997, 141-148.


Tan WC, Lo C, Jong A et al. Marijuana and chronic obstructive lung disease: a populationbased study. CMAJ. 2009;180:814-820.

Robert Melamede, Cannabis and Tobacco Smoke are not Equally Carcinogenic, Harm Reduction Journal Oct 2005.

Tashkin, Donald P. et al. Marijuana Use and Lung Cancer: Results of a Case-Control Study, International Conference of the American Thoracic Society 2006.

Hashibe M, Morgenstern H, Cui Y, et al. Marijuana use and the risk of lung and upper aerodigestive tract cancers: results of a population-based case-control study. Cancer Epidemiolo Biomarkers Prev. 2006;15:1829-1834.

Liang C, McClean MD, Marsit C et al. A population-based case-control study of marijuana use and head and neck squamous cell carcinoma. Cancer Prev Res. 2009;2:759-768.

American Medical Asociation, REPORT 3 OF THE COUNCIL ON SCIENCE AND PUBLIC HEALTH (I-09) Use of Cannabis for Medicinal Purposes (Resolutions 910, I-08; 921, I-08; and 229, A-09

Flórez, Jesús, Farmacología Humana. 4ª Edición. Masson, Barcelona 2004.

5 comentarios:

  1. Un post que escribí hace tiempo:

    Marihuana, tabaco y pulmón: basta ya de tanta tontería

    Por lo demás, los daños producidos por el cannabis, sean reales o imaginarios, son muy marginales en el debate sobre la legalización, que versa sobre la relación coste-beneficio de las leyes antidroga.

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  2. Execelente publicacion. Me parece ademas una buena idea, al autor del blog, si tiene el correo o informacion de contacto del director de la revista THC, enviarle la informacion sobree el cannabis medicinal mostrada en este post. Para que en futuras entrevistas/exposiciones acerca del tema tenga una fuente segura del tema sobre consumir cannbais medicinal o recreacional,

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  3. Estamos de acuerdo DDAA, buen artículo. La toxicidad o peligrosidad de un fármaco tiene que ver con aspectos farmacológicos y epidemiológicos, no con políticas de drogas. Las drogas mas dañinas que consume el hombre son el tabaco y el alcohol, ya sabemos lo que ocurrió con la ley seca, y nadie en su sano juicio plantearía prohibir su uso. Las políticas de drogas prohibicionistas agravan la toxicidad y el daño social de las drogas. Hoy, manteniendo la prohibición sobre las drogas más tóxicas, seguiríamos estigmatizando y criminalizando la pobreza; no habría un verdadero cambio de paradigma.
    Gracias DDAA y Matías por los comentarios.

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  4. Buenas. Les dejo un documental sobre "cannabis medicinal" que hicimos hace algun tiempo en la Facultad.

    http://www.youtube.com/watch?v=vejRuAQvBug

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    1. Muy bueno, felicitaciones, gran trabajo. Cualqueir cosa escriban a mi mail o facebook, estamos en contacto, saludos.

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