viernes, 17 de junio de 2011

Primera Audiencia Pública de Comisiones de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico y de Derechos Humanos para la discusión de la nueva ley de drogas, ponencia de la Asociación Rosarina de Estudios del Cannabis (AREC).

Disertante: Lic. Pablo A. Ascolani *




Desde la asociación apoyamos la nueva ley de salud mental, que nos parece un gran avance en materia de derechos humanos, lamentamos la pérdida de estado parlamentario de la ley de adicciones y esperamos una nueva ley que funcione como una de las tres patas normativas junto con la ya aprobada ley de salud mental y la futura ley de drogas. Apoyamos los dispositivos en salud que se están empezando a formar en línea con las políticas de reducción de daños y a aquellos que han estado a la vanguardia y trabajan hace años.

Los cannabinoides son compuestos eficaces y seguros para sus usos vigentes; nauseas y vómitos asociados a quimioterapia, el aumento de ingesta calórica y peso en síndromes de emaciación por cáncer avanzado y VIH y dolor neuropático y espasticidad asociado a esclerosis múltiple y otras enfermedades neurológicas que cursan con esos síntomas. Instituciones de máxima jerarquía académica lo avalan, como la AMA, ACP, IOM, el comité de ciencia y técnica del Reino Unido (House of the Lords), el Instituto Catalán de Farmacología, el reporte del Ministerio de Salud de Bélgica, el reporte del Senado de Canadá, entre muchos otros. En 2006, la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDD) reconoció que «gran parte del material que había sobre el cannabis en la actualidad se considera erróneo» y señaló que «reconocidos pro¬fesionales abogan por el uso médico de los componentes activos o de la planta misma». Por consiguiente, la ONUDD admitió que el fundamento científico para colocar el cannabis en la Lista I fue incorrecto.

Uno de los estándares de derechos humanos más importantes es el derecho a la salud. En mi práctica clínica todos los días me enfrento con el sufrimiento de pacientes que podrían verse beneficiados por el uso de cannabinoides. ¿Porque los organismos internacionales no corrigen su lamentable error arrastrado 50 años y permiten que los pacientes alivien su sufrimiento? Hoy es claro que la diferencia entre drogas legales e ilegales es política, no farmacológica; es cuestión de instituciones, no de objetos.

Venimos a apoyar con algunos argumentos que juzgamos de interés para ayudar en el debate por la despenalización. Nos vamos a referir a un aspecto de la ley que consideramos muy importantes en relación al autocultivo de cannabis, u de otras formas de organización de los consumidores; la derogación de la figura de tenencia simple.

Pensamos que el autocultivo es una manera real de desfinanciar el narcotráfico. O sea, normativizarlo es una manera concreta de sustraerle fondos a la economía en negro de la marihuana. Por otro lado permitiría que los usuarios tengan una calidad asegurada, sin adulterantes y sustancias nocivas, y por otro lado separamos al cannabis de otras sustancias más tóxicas que se relacionan solamente por conseguirse en el mismo lugar.

¿Porque la tenencia simple va en contra de una ley de drogas eficaz?

En el caso del cannabis pensamos que no es lógica una legislación por número de plantas, por la variabilidad del cultivo interior y exterior, la necesidad de sexado si el cultivo se inicia de semillas y las adversidades del jardín, como cambios climáticos, pestes, robos, etc, además de la necesidad de acopio por las mismas imprevisibilidades. Debería derogarse la tenencia simple y avanzar con la reglamentación de clubes de cultivo como se está llevando a cabo en españa, es decir, personas adultas previamente consumidoras que se asocian para cultivar cannabis sin fines de lucro. Esto pensamos que sería un paso intermedio fundamental para evitar que el cannabis se convierta en una mercadería más, sujeta a las vicisitudes del mercado capitalista, que polariza la ganancia en pocas manos y genera productos adulterados y de baja calidad, como los aditivos cancerígenos al tabaco o los alcoholes artificiales y deficiente formulación, siempre buscando mas ganancia a menos costo. Los clubes sociales de cultivo son una opción que acompaña el autocultivo, porque no todas las personas tienen tiempo, espacio o posibilidad física de cultivar, sobre todo si se trata de pacientes. De esta manera las personas podrían procurarse un material correctamente producido, ya que se cultivarían para sí mismas y con estos dispositivos comunitarios llenar los espacios no cubiertos por el cultivo individual. Lo que proponemos es que se cree una oficina de fuero civil administrativo, que lleve un registro y controle las plantaciones de las diferentes agrupaciones que se vayan incorporando y de esa manera se mantenga controlado el fenómeno. Esto sería un gasto mucho menor para el estado que pagar la estructura judicial y penal para perseguir a los usuarios.

Por otro lado es importante retirar la tenencia simple, tanto por la variabilidad de los requerimientos de cannabis de diferentes pacientes como para facilitar la investigación científica. El estado debería articular la producción de cannabis medicinal o extractos estandarizados de cannabinoides y dispensarlos a través de sus efectores públicos a los pacientes que lo necesiten. Una articulación entre universidades públicas de agronomía, bioquímica y medicina permitiría esto, y además proseguir investigando sus usos. La industria farmacéutica no investiga y obstaculiza la investigación, ya que no se puede patentar sustancias que acompañan al hombre desde siempre.

Ofrecemos desde AREC asesoramiento a los legisladores y a la sociedad civil sobre el tema, desde la producción teórica y el conocimiento técnico que hace que nuestra asociación tenga cuatro primeros puestos y un segundo puesto en las copas Argentinas más importantes.

Concluyo con una frase de un personaje infame que increíblemente todavía tiene lugar en los medios, aunque la enuncio resignificándola “Destruyamos la falacia; la plantita que Ud. cultiva en el fondo de su casa ES MEDICINAL Y COMBATE EL NARCOTRÁFICO”





* Lic. en Kinesiología y Fisiatría, Docente auxiliar de la Cátedra de Farmacología en la Facultad de Kinesiología de UNSAM/IUGR. Autor de una tesina de grado, “Cannabinoides y síntomas neurológicos: ¿La pieza faltante en la farmacología clínica?” Secretario de AREC, y autor de artículos de divulgación científica sobre marihuana medicinal y los cannabinoides como medicina.

2 comentarios:

  1. Tengo muchas ganas que todo esto se haga realidad de una vez!,muchas gracias por el trabajo que hacen AREC!.

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  2. Gracias a vos por el comentario Dardo, abrazo grande

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